Su nombre como la de un árbol con ramas seguras y hojas sanas, el era simpático y triste, su sonrisa era de acuarelas tornasoladas y su voz un suave viento de verano, su piel trigueña llena de sol y energía.Ese niño torpe que me trajo de vuelta a la tierra, a la vida. Virtuoso y magnifico, pero escondía mil y unas noches de soledad, basto una palabra para descifrar su verdad. Allí me encontré abrazando a ese niño de la coraza más fuerte y el corazón más débil. No dude en hacerlo, solo quería sentirse querido, fría mañana y las lanas que nos cubrían, maquillaje corrido mirada perdida, te contuve un rato largo como si en el abrazo me estuvieses contando toda tu historia, te escuche en silencio entre tanta multitud.Una eternidad fueron los minutos, ojos sinceros que gritaban amor, y la desesperación de no saber que hacer me llevo a alejarme ese día, durante la marcha me volteo y estabas ahí mirándome como me iba. No pude dormirme esa mañana pensando en ese niño y así muchos días.Casualidad gran enigma, de la forma que coincidimos en algún lado estaba escrito, poco tiempo te había visto por ahí y como se dan las cosas que me acuerdo perfecto que te mire detenidamente un largo rato, que sabia yo que terminaríamos después en algún que otro encuentro.Ese niño tiene magia, poderes y muchas otras cosas mas, el te busca en palabras y te lleva a su edén, te hace sentir en un nirvana constante del que no queres regresar mas.Algún día ese niño volverá al brazo de esa mujer, de el se convertirá y nunca se alejara, ese niño traerá a otro y el vientre no llorara mas.El niño es solo una rama la cual tropecé una mañana y perdí la memoria.
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